jueves, 17 de junio de 2021

RHF-72


Cuanto más lejano es un marco antropológico y cultural, más exóticas resultan las características del fascismo que allí prendió. El Líbano, es desde la antigüedad, un cruce de caminos y una de las puertas de Oriente. Pierre Gemayel, fundador de las Falanges Libanesas (Kataeb, utilizaremos  indistintamente ambos nombres en francés y árabe para referirnos a este movimiento) lo definió acertadamente como “un país, dos culturas”. Hacía alusión a la cultura cristiana y a la cultura árabe. De hecho, si hay un país en el que se demuestran las dificultades de convivencia entre ambas culturas, ese país es el Líbano. La guerra civil de los años 70, así lo evidencia.

De hecho, en la tierra del Líbano florecieron, no uno, sino dos fascismos: el de matriz cristiana encarnado por las Falanges y el generado por sectores panarabistas, representado por el Partido Socialista Nacional Sirio. Ambas formaciones siguen existiendo en la actualidad y hasta no hace mucho eran enemigas irreconciliables.



Sin embargo, los primeros militantes de las Falanges se pusieron en marcha con dos objetivos: la unidad del país, por encima de las confesiones religiosas y la independecia nacional como entidad específica en Oriente Medio. Pero, desde muy temprano no pudieron evitar convertirse en la expresión política de la comunidad  cristiana libanesa. Y lo pagaron con sangre en las cuatro etapas en la vida y evolución de este movimiento: 

- En los años fundacionales y de lucha por la independencia.

- Durante los años en los que el partido se desarrollo como fuerza mayoritaria de la comunidad cristiana a pesar de competir con el Partido Nacional-Liberal.

- Con cientos de muertos durante la guerra civil desde mediados de los 70 hasta bien entrados los 80.

- El período de postguerra hasta nuestros días, caracterizado por una creciente pérdida de influencia especialmente, lo que no ha impedido el asesinato de líderes falangistas.

Pierre Gemayel, fundador de las Falanges Libanesas, había conocido los fascismos europeos durante su visita a Alemania e Italia en 1936, y no fue por casualidad que adoptó el nombre del partido que en esos momentos estaba todos los días en primera plana de la prensa mundial: Falange Española. Adaptó esas ideas a su país y emprendió un combate político que ha costado muchas vidas entre los miembros de su familia (el hijo menor y un nieto de Gemayel fueron asesinados en atentados). Al igual que otras “falanges”, tras la guerra, la derrota de los fascismos operó un cambio y reforzó la identidad cristiana del Kataeb, en detrimento de los rasgos fascistizantes.

Esta es la historia del Kataeb. Es una variante nacional del fascismo genérico que durante más de medio siglo supo ser la punta de lanza de la comunidad cristiana libanesa.


Contenido

> Introducción     9

> Apuntes sobre la historia del Líbano   10

> La Iglesia Maronita, origen y personalidad   19

> Oriente Medio en los años 30   26

> El “fenicismo” o “fenicianismo”   38

> Un nuevo movimiento de juventudes:  el Kataeb   42

> Pierre Gemayel, el fundador, el jefe, el camarada   61

> La doctrina de las Falanges Libanesas   81

> Los primeros pasos del Kataeb   92

> Afrontando la primera disolución 104

> Antes y después del  21 de noviembre de 1937 112

> Del inicio de la Segunda Guerra Mundial  a la independencia 120

> La guerra llega al Líbano 131

> Independencia, última fase 145

> Las Falanges Libanesas de la independencia  a la guerra civil 156

> Camille Chamoun, el Partido Nacional Liberal  y los Tigres del Líbano 174

> Las Fuerzas de la Resistencia Libanesa 184

> El Kataeb tras la guerra civil  y en el siglo XXI 212

ANEXO

> El extraño Ejército del Sur del Líbano (1984-2000) 227

DOCUMENTOS 234


Características de la publicación:

Tamaño: 15x23 cm

Páginas: 244

Impresa en papel de 80 grms.

Portada en cuatricomía, peliculada y con solapas

Abundantemente ilustrada.

Precio venta al público: 20,00 (+gastos de envío)

Pedidos superiores a 9 ejemplares 50% de descuento

Pedidos: eminves@gmail.com